Daremos solamente una breve noticia de esta ilustre Dinastía, cuyo antepasado documentado más antiguo es Pietro Farnese, señor de Farnese y Conde de Orvieto, en 1100. A finales del siglo XIV encontramos a Ranuccio, Senador de Roma y condottiero, abuelo de Giulia (1434-1524), conocida como la Bella Giulia, casada con Orsino Orsini; Bartolomeo, señor de Farnese, jefe de la familia, cuyo linaje se extingue en 1668; y Alessandro (1468-1549), creado cardenal por el Papa Alejandro VI, Rodrigo de Borja, y elegido Papa en 1534 con el nombre de Pablo III.

Desde 1493, por influencia de su hermana, amante de Rodrigo de Borja, era Cardenal Diácono y vivía con el esplendor de un aristócrata del Renacimiento. De una dama de la aristocracia romana tuvo tres hijos y una hija. En 1509 fue nombrado Obispo de Parma e inicia un proceso de conversión que culmina en 1513. La actividad pastoral llenará en adelante su vida. En 1519 es ordenado sacerdote y celebra su primera misa en la Navidad de ese año.

El 19 de Agosto de 1546, su hijo Pier Luigi es investido Duque de Parma y de Piacenza, que eran territorios de la Santa Sede, previa segregación por el consistorio pontificio. Esta fecha constituye el inicio de un nuevo Principado independiente en la península italiana y de la correspondiente dinastía ducal que se fundirá con la de los Borbones españoles en el siglo XVIII.




El antepasado más antiguo conocido de la Casa de Borbón es el noble Lamberto, documentado en 8.4.630, referendarius del rey Dagoberto I de Neustria. Descendiente directo del mismo es Roberto el Fuerte, Duque de Francia, fallecido en 866. Dos de sus hijos, Eudes y Roberto, fueron reyes de Francia en 888-898 y 922-923, respectivamente. El nieto de Roberto, Hugo Capeto, en la gran crisis carolingia del siglo X fue elegido Rey de Francia por el Consejo de los Grandes del Reino y el influjo del Papa Silvestre II, convirtiéndose en cabeza de la Dinastía todavía hoy floreciente.

Los reyes de la dinastía capética solían asociar al trono a sus primogénitos que así pasaban a ser sus sucesores. Luis VIII, hacia 1223, logra establecer el principio hereditario. Los hijos del rey llevan en adelante el nombre de Francia, mientras que los otros descendientes serán conocidos por los de sus señoríos particulares. Consagrado también el principio sálico –sucesión exclusiva por línea masculina con preferencia del varón más próximo al tronco capetiano sobre las hijas del último rey de una línea sin descendencia masculina, se suceden en la Corona francesa diferentes ramas de la misma familia capética. Así encontramos a los Valois, con las subramas de Orleans y Angulema, de Felipe VI, rey en 1328-1350 a Enrique III, 1534-1589, y a los Borbón, descendientes directos de Roberto, Conde de Clermont (1256-1317) hijo de Luis IX y de Margarita de Provenza, el cual heredará, por su esposa Beatriz de Borgoña, el antiguo señorío de Borbón. El hijo de Antonio de Borbón, de la subrama de Vendome, y de Juana d’Albret, Reina de Navarra, hereda la corona de Francia en 1589 con el nombre de Enrique IV al extinguirse los Valois. De él descienden las actuales ramas de la Casa de Borbón: España, Dos Sicicilias, Parma, Luxemburgo –Nassau-, Orleans, Orleans-Braganza. Otra dinastía de origen capético persiste asimismo en la actual Casa de Braganza, en Portugal.

En España, desde su acceso al trono de Aragón tras el Compromiso de Caspe, reinaba en casi toda la península, excepto en Navarra y Portugal, la Casa de Trastámara, descendiente de los Condes de Borgoña, documentados hacia el año 1027. Esta dinastía transpirenaica había integrado ya en el siglo XII las estirpes altomedievales asturiano-leonesa, navarra y aragonesa y en el siglo XV la de los Condes de Barcelona, que aparecen históricamente como descendientes de la Casa de los Condes de Carcasona desde el año 812, los cuales se habían asimilado ya en siglo XIV la estirpe germánica de los Hohenstaufen radicados en Sicilia.

El nieto de Fernando II de Aragón y de Isabel I de Castilla, Carlos de Habsburgo, I de España y V de Alemania, establecerá su dinastía, la Casa de Austria en casi toda la península ibérica–durante un cierto tiempo en toda absolutamente- y en extensos territorios de Europa, América, Asia, Africa y Oceanía y se mantendrá hasta finales del siglo XVII. Extinguida la Casa de Austria con Carlos II en 1700, entrará a reinar Felipe de Borbón, Duque de Anjou, V de España, como nieto de María Teresa de Austria (1638-1683), hija de Felipe IV de España y esposa de Luis XIV de Francia (1638-1715).

Carentes de descendencia los hijos del primer matrimonio de Felipe V con María Gabriela de Saboya, se afianzará la Casa de Borbón en España a través de los hijos de su segundo matrimonio con Isabel Farnesio, cuyos orígenes ya conocemos.