LA DINASTIA HISPÁNICA DE BORBON-PARMA

La rama de la Casa de Borbón reinante en Parma durante los siglos XVIII y XIX desciende de los Capetos franceses a través de los Borbones españoles. Toma su origen de Felipe V de España y sus Jefes de Familia gozaron siempre del título de Infantes de España. El Infante Don Felipe I de Parma, fundador de la rama, es hijo de Felipe V, primer Borbón español, y de su segunda esposa, Isabel Farnesio, último vástago de esta familia que había reinado en Parma y Piacenza desde el siglo XVI. Don Felipe inicia su reinado como Duque de Parma, Piacenza y Guastalla en 1748, tras la firma del Tratado de Aquisgrán.

Sus descendientes, los Duques reinantes, permanecieron en Parma hasta 1859, salvo durante los trastornos de las guerras napoleónicas, en que reinaron de 1801 a 1807 como Reyes de Etruria y entre 1817 y 1847 como Duques de Lucca. En 1859, el Infante de España Roberto I, Duque de Parma y Piacenza, hijo de los Duques Carlos III y de la Princesa Luisa María de Francia, nieta del rey Carlos X, tuvo que abandonar sus estados por causa de las guerras que condujeron a la unidad italiana bajo los Saboya.

El Duque Roberto se casa dos veces, primero con la Princesa María Pía de Borbón Dos Sicilias, hija del rey Fernando II de Nápoles, de la que tuvo doce hijos, y en segundas nupcias con la Infanta de Portugal María Antonia de Bragança, hija del rey Miguel I de Portugal, de la que tuvo otros doce. Hermano de Doña Margarita de Parma, casada con el rey Carlos VII de la línea sucesoria carlista, combate en la tercera guerra carlista junto a su cuñado y su hermano Enrique de Borbón, conde de Bardi. Fallece en 1907 y le suceden en la titularidad de los ducados italianos sus hijos Enrique, (+1939), José (+1950), Elías (+1959) y el hijo de éste, Roberto II (+1974), sin descendencia, por lo cual recoge la herencia sucesoria ducal su hijo el Príncipe Javier (1889-1977).

El príncipe Javier, Ingeniero Agrónomo, presta servicio como oficial en el ejército belga en el curso de la dos últimas guerras mundiales. Primo de la Reina de Bélgica, Isabel, y hermano de la emperatriz de Austria-Hungría, Zita, intentó, junto con su hermano Sixto, lograr una paz separada entre los Aliados y el Imperio Austro-Húngaro. El proyecto, que hubiera podido salvar el difícil equilibrio centroeuropeo, fracasó por intrigas de algunos políticos franceses e italianos. Casado en 1928 con Magdalena de Borbón, de la rama capetiana de los Bourbon-Busset, reside a partir de este momento en sus propiedades de Italia, Francia y Austria. De este matrimonio nacerán sus hijos Francisca, Carlos Hugo, María Teresa, Cecilia, Nieves y Sixto.

En 1936, es llamado por su tío y Jefe de toda la Casa de Borbón, D. Alfonso Carlos, depositario de la legitimidad carlista, a asistirle en el gobierno del carlismo y como D. Alfonso Carlos es ya anciano, es nombrado por éste Regente con el encargo de velar por el partido carlista, en la difícil situación de la España de 1936, y por la sucesión dinástica, que D. Javier no había querido asumir sin previamente consultar con los carlistas y considerar posibles derechos de otros miembros de la dinastía. Este encargo de D. Alfonso Carlos le obligará también a participar en los momentos iniciales de la guerra civil española de 1936-1939.

Expulsado de España por Franco varias veces durante la contienda, reside en Francia. donde le sorprende la segunda guerra mundial. Tras cumplir sus obligaciones con el ejército belga, del que era oficial, se retira a sus tierras de Francia. Responsable en su región de la resistencia contra los nazis y protector del “maquis”, es encarcelado por la fuerza ocupante alemana y confinado en varios campos de concentración, entre otros, hasta el final de la guerra, en Dachau .

A partir del mismo año 1945 se hace cargo otra vez de sus responsabilidades en la dirección del carlismo y en 1956, tras el estudio jurídico pertinente y el clamor del pueblo carlista, acepta la herencia dinástica como rey legítimo de España. En 1957, asocia a su tarea a sus hijos, especialmente al primogénito y sucesor, el Príncipe Carlos Hugo. La base doctrinal del carlismo, aparte de la defensa de la legitimidad dinástica que derivaba de los tratados internacionales de los siglos XVIII y XIX, era la concepción federalista del estado y la impregnación del humanismo cristiano. Si la motivación más importante del carlismo durante la época de la República española había sido la defensa de la religión contra la persecución de que venía siendo víctima, en la nueva etapa, el máximo interés será el desarrollo de los principios tradicionales del carlismo en los ámbitos económicos, sociales y políticos, de organización federal del estado y de formas más reales de participación política de los ciudadanos.

En 1964 contrae matrimonio el Príncipe Carlos Hugo con la Princesa Irene de Orange-Nassau, hija de la Reina Juliana de Holanda. De este matrimonio nacerán entre 1970 y 1974 los Príncipes Carlos Javier, Jaime, Margarita y María Carolina. En 1968, Franco expulsa de España a la Familia de Borbón Parma, que se establece en el País Vasco francés, y desarrolla un papel activísimo en la resistencia contra la Dictadura franquista y a favor de la instauración de la democracia en España. La persecución contra el carlismo y la Familia Borbón Parma es cada vez más encarnizada y más sutil, intrigando el gobierno franquista para crear divisiones dentro del carlismo –maniobra que ya se había intentado en los años cuarenta- y de la misma Familia Real.

En 1974, recae en D. Javier la sucesión dinástica en los Ducados de Parma y Piacenza. En 1975 fallece el General Franco. En 1976, en el inicio de la transición democrática, el gobierno español, en manos todavía del franquismo, organiza, presumiblemente, un grave ataque sangriento contra el carlismo –la Familia Borbón Parma todavía continuaba en el exilio- durante la reunión anual de Montejurra, con el resultado de dos muertos del pueblo carlista a manos de un grupo del terrorismo fascista internacional.

Fallece D. Javier en 1977 y asume su herencia. tanto española como en los Ducados italianos, su hijo Carlos Hugo. Reconocida, finalmente, en el aspecto administrativo, su nacionalidad española, dimite en 1980 de sus cargos en el Partido Carlista y se retira a vivir en Holanda, Francia y Austria. No renuncia, sin embargo a sus derechos dinásticos legitimistas a la corona de España. En la misma comunicación a los soberanos de Europa del fallecimiento de su padre, utiliza el titulo de Duque de Parma. Sigue confiriendo en nuestros días la Orden de la Legitimidad Proscrita, creada por el Rey Jaime III de Borbón, y cuyo grado de Gran Maestre le corresponde.

A partir de 1993, el Duque de Parma y Piacenza, Carlos Hugo de Borbón, Carlo IV en el orden sucesorio de los ducados italianos, ha visitado regularmente los mismos y ha restaurado sus Ordenes Dinásticas propias: la S.A.I Orden Constantiniana de San Jorge, de origen farnesiano, la Orden al Mérito Civil de San Lodovico y la Orden al Mérito Militar de San Jorge, creadas ambas por el Duque Carlos II en Lucca y trasladadas después con Carlos III a Parma. A su hijo Carlos Javier le ha concedido el título tradicional de los herederos de los Ducados de Príncipe de Piacenza, a su hijo Jaime le ha concedido el título de Conde de Bardi y a sus hijas Margarita y María Carolina los de Condesa de Colorno y Marquesa de Sala respectivamente, todos ellos tradicionales de la Familia Ducal.